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martes, 12 de febrero de 2013

El pelo, el gran delator


Para disfrutar de una detallada información acerca de la simbología de lo que hoy abordamos, recomiendo el libro de Erika Bornay "La cabellera femenina: un diálogo entre poesía y literatura"

Aparentemente es un tema ínfimo y que puede pasar desapercibido pero alberga en sí mismo una iconografía potente, ensalzadora y destructiva a partes iguales, que nos va a dar muchísima información sobre el personaje que lo porte.


Aurora (Bella Durmiente) con su largo, sedoso y rubio pelo.

La jerarquía siempre ha estado presidida por el pelo rubio, siempre ha sido el mejor y el que acuñaba en sí mismo cualidades y aptitudes positivas. No en vano, casi todas las princesas de cuentos son rubias. Huelga decir que cuanto más largo y frondoso tengas el pelo, mejor persona eres. 
Este axioma se repite multitud de veces hoy día, en especial en las series juveniles de dudosa calidad que estereotipan hasta el infinito a sus personajes. Sirva como ejemplo Lizzie Mcguire: 

La niña mona, rubia y de clase media con su amiga mexicana y su amigo nerd
Emitida por Disney Channel durante los años 2001 a 2004 narra la vida de una adolescente de clase media, su familia, sus amigos y sus conflictivos años de instituto. Al margen de la trama y de algunas remarcables escenas protagonizadas por su hermano Matt, la protagonista es rubia, como rubias son casi todas las que salen de la factoría Disney, mientras se nos intenta encubrir el éxito del personaje asociable a este tipo de color de pelo, acompañándola con una morenita mexicana (la nota étnica) y un amigo retraído (la nota social)


En segundo lugar estarían las protagonistas morenas, que dependiendo del momento histórico serán buenas o malas. Pueden  ser malvadas y envidiosas madrastras que hacen la vida imposible a la protagonista (rubia) o pueden adoptar el papel de víctimas, hostigadas por las malas artes de la chica más popular del instituto norteamericano de turno (rubias y a ser posible con uniforme de animadoras)

Lo que sí es inmutable es que toda aquella mujer que tenga el pelo pelirrojo posee connotaciones negativas. Y esto es así, sin duda. Su negatividad además se va a bifurcar en dos aspectos: o bien poseen una sexualidad explícita  o bien son unas rebeldes inconformistas que desafían el sistema. En ambos casos, serán castigadas. 

Joan (Mad Men)
Bree (Mujeres Desesperadas)

Moira (American Horror Story)
   




Y es que los orígenes de las pelirrojas se remontan al mito de Lilith, supuestamente la primera mujer creada por Dios para hacer compañía a Adán pero que se negó en rotundo a ser una sumisa, entendiendo esto desde  situarse debajo en el acto sexual, engendrar hijos o callarse. Obviamente, como dicta la normativa patriarcal fue castigada, no podía ser de otra forma, a vagar por el desierto y a engendrar miles de demonios en su vientre. 
No es casualidad que la mujer más sexy de la serie Mad Men sea pelirroja, del mismo modo que no es casualidad que sea tratada como mujer objeto, deseada, codiciada, envidiada y la protagonista de escenas subidas de tono. Del mismo modo no es casualidad que el ama de llaves de American Horror Story, quien interpreta a una mujer vestida con la mínima expresión textil, seduzca al protagonista, le apremie a ser infiel a su esposa e incluso se masturbe para deleite del protagonista (y del espectador), sea pelirroja. Y por supuesto, no es casualidad que el ama de casa de Mujeres Desesperadas, la cual es la más inestable, más artificial, sufre el desprecio de su marido e hijos, pasa por fases de conservadurismo y liberalidad sexual, sea la más violenta y posea un arma (símbolo fálico por excelencia), sea pelirroja.

La sombra del estigma es alargada y aún los productos televisivos se resisten a dejar de asociar pelirrojo con malvado. Así que tal vez sea un buen ejercicio empezar a buscar personajes que tengan este color de pelo y no una carga demasiado negativa. 

Buena suerte con ello...